Por primera vez desde los Juegos Olímpicos de 1904 en San Luis, tres hermanos estarán compitiendo con el equipo de Estados Unidos en una misma cita y en el mismo deporte.
Ellos son Steven, Diana y Mark López.
Hijos de padres nicaragüenses, si todos ganan medallas en las Olimpiadas de Pekín 2008, serían los primeros hermanos en la historia del deporte en alcanzar dicha proeza.
Steven es considerado por muchos expertos como el mejor atleta de todos los tiempos en taekwondo y se encuentra listo para conquistar su tercer título olímpico. Por su historial, representa para este deporte lo mismo que Michael Jordan ha sido para el baloncesto y Muhammad Alí para el boxeo.
López ganó su primera medalla de oro en los juegos del 2000 en Sydney, en la división de los 68 kilos, cuando el taekwondo hizo su debut oficial como deporte olímpico. Cuatro años más tarde, repitió su victoria en Atenas en los 80 kilos.
El brillante atleta, que nació el 9 de noviembre de 1978 en Nueva York, realizó su primera práctica de taekwondo a los 5 años en el garaje de la casa con su padre y hermano mayor.
Desde entonces se enamoró de este deporte y con dedicación comenzó a pulir sus virtudes naturales, alcanzando éxito tras éxito hasta convertirse en una estrella que no pierde una competencia desde el 2000.
«Mis padres llegaron a Estados Unidos en busca de una vida mejor y lucharon muy fuerte para avanzar», afirmó López. «Mi padre Julio y mi madre Ondina representan mi principal fuente de inspiración».
Además de dos títulos olímpicos, López ha ganado cuatro campeonatos mundiales y un título Panamericano en 1999, en Canadá.
En el 2005, su hermana Diana y su hermano menor Mark también conquistaron el campeonato mundial, para ser los primeros hermanos en lograr títulos universales en un mismo evento en esta disciplina.
«Es algo increíble, nunca imaginé que iba a competir en unos mismos Juegos Olímpicos con mis hermanos», comentó Steven. «Estoy viviendo un sueño que en cuestión de semanas será una realidad».
Cuando se le preguntó sobre sus aspiraciones una vez que termine su carrera, afirmó: «Me gusta la profesión de real state, pero nunca voy a alejarme del taekwondo. Este deporte ha sido mi vida y quiero ser entrenador para ayudar a que otros atletas sigan mi ejemplo y el de otros campeones como Oscar de la Hoya y Muhammad Alí».
El cielo parece ser el límite para la familia López. Pekín tendrá la respuesta.
Noticia publicada en el diario El nuevo herald.
Ellos son Steven, Diana y Mark López.
Hijos de padres nicaragüenses, si todos ganan medallas en las Olimpiadas de Pekín 2008, serían los primeros hermanos en la historia del deporte en alcanzar dicha proeza.
Steven es considerado por muchos expertos como el mejor atleta de todos los tiempos en taekwondo y se encuentra listo para conquistar su tercer título olímpico. Por su historial, representa para este deporte lo mismo que Michael Jordan ha sido para el baloncesto y Muhammad Alí para el boxeo.
López ganó su primera medalla de oro en los juegos del 2000 en Sydney, en la división de los 68 kilos, cuando el taekwondo hizo su debut oficial como deporte olímpico. Cuatro años más tarde, repitió su victoria en Atenas en los 80 kilos.
El brillante atleta, que nació el 9 de noviembre de 1978 en Nueva York, realizó su primera práctica de taekwondo a los 5 años en el garaje de la casa con su padre y hermano mayor.
Desde entonces se enamoró de este deporte y con dedicación comenzó a pulir sus virtudes naturales, alcanzando éxito tras éxito hasta convertirse en una estrella que no pierde una competencia desde el 2000.
«Mis padres llegaron a Estados Unidos en busca de una vida mejor y lucharon muy fuerte para avanzar», afirmó López. «Mi padre Julio y mi madre Ondina representan mi principal fuente de inspiración».
Además de dos títulos olímpicos, López ha ganado cuatro campeonatos mundiales y un título Panamericano en 1999, en Canadá.
En el 2005, su hermana Diana y su hermano menor Mark también conquistaron el campeonato mundial, para ser los primeros hermanos en lograr títulos universales en un mismo evento en esta disciplina.
«Es algo increíble, nunca imaginé que iba a competir en unos mismos Juegos Olímpicos con mis hermanos», comentó Steven. «Estoy viviendo un sueño que en cuestión de semanas será una realidad».
Cuando se le preguntó sobre sus aspiraciones una vez que termine su carrera, afirmó: «Me gusta la profesión de real state, pero nunca voy a alejarme del taekwondo. Este deporte ha sido mi vida y quiero ser entrenador para ayudar a que otros atletas sigan mi ejemplo y el de otros campeones como Oscar de la Hoya y Muhammad Alí».
El cielo parece ser el límite para la familia López. Pekín tendrá la respuesta.
Noticia publicada en el diario El nuevo herald.
